El Sol es la
estrella enana amarilla de
tipo espectral G2 que se encuentra en el centro del
Sistema Solar. La
Tierra y otras materias (incluyendo a otros
planetas,
asteroides,
meteoritos,
cometas y
polvo)
orbitan alrededor de ella,
[1] constituyendo a la mayor fuente de
energía electromagnética de esta constelación.
[1] Por sí solo, el sol representa alrededor del 98,6% de la masa del Sistema Solar. La distancia media del Sol de la Tierra es de aproximadamente 149.600.000 de kilómetros, o 92.960.000 millas, y su luz recorre esta distancia en 8 minutos y 19 segundos. Energía del Sol, en forma de luz solar, soporta casi todas las formas de vida en la Tierra a través de la fotosíntesis, [10] y conduce el clima de la Tierra y la meteorología.
Es la
estrella del sistema planetario en el que se encuentra la
Tierra; por tanto, es la más cercana a la Tierra y el astro con mayor
brillo aparente. Su presencia o su ausencia en el
cielo determinan, respectivamente, el
día y la
noche. La
energía radiada por el Sol es aprovechada por los seres
fotosintéticos, que constituyen la base de la
cadena trófica, siendo así la principal fuente de energía de la
vida. También aporta la energía que mantiene en funcionamiento los
procesos climáticos. El Sol es una estrella que se encuentra en la fase denominada secuencia principal, con un
tipo espectral G2, que se formó hace unos 5000 millones de años y permanecerá en la secuencia principal aproximadamente otros 5000 millones de años. El Sol, junto con la Tierra y todos los cuerpos celestes que orbitan a su alrededor, forman el
Sistema Solar.